Sobre la grave crisis que se está viviendo en la capital antioqueña como consecuencia de la renuncia de la Junta Directiva de las Empresas Públicas de Medellín, me permito hacer las siguientes reflexiones.

1. Es preocupante la acelerada desinstitucionalización de la ciudad, por cuenta de las decisiones erradas y claramente equivocadas del señor Daniel Quintero Calle. La dimisión de la Junta Directiva de las EPM, genera incertidumbre sobre el futuro de una empresa que es un ejemplo a nivel mundial.

2. Es altamente perjudicial para la administración de la ciudad y para todos sus habitantes, el estímulo de la lucha de clases que se viene registrando desde el día en el que el señor Quintero Calle asumió el cargo de Alcalde.

3. Medellín ha sido una ciudad que se ha forjado con el trabajo mancomunado de sus gentes, anteponiendo siempre los intereses superiores de la ciudad. Es lamentable que desde la alcaldía se envíe mensajes confusos con los que se pretende hacer una diferenciación nociva entre “buenos” y “malos”.

4. El empresariado ha jugado, desde siempre, un papel preponderante para el progreso de Medellín. Expreso de manera vehemente mi rechazo a las persecuciones y estigmatizaciones contra el sector privado que se empiezan a sentir, por parte del alcalde Quintero Calle.

5. Hago un llamado para que el señor Quintero cese inmediatamente su empeño de convertir a Medellín en una cabeza de playa del destructivo modelo petrista. Invito a que estemos alerta frente a los crecientes rumores, en el sentido de que juntas directivas de otras entidades municipales estarían valorando presentar su renuncia.

6. Impidamos que se cumpla el proyecto del denominado “progresismo” en cabeza de Gustavo Petro, que tiene a Medellín como su objetivo principal. Nuestra ciudad no puede caer en manos del socialismo destructor. 

Fuente: Oficina de comunicaciones de la Representante Margarita María Restrepo Arango.