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Transmilenio por la Séptima no cabe ni con pastillas de chiquitolina: Representante Guevara
31 Octubre 2017
CARLOS GUEVARA

Fuente: Oficina de Información y Prensa Cámara de Representantes.


Con pancartas y camisetas impresas que decían, “por la 7ª no al Transmilenio” llegó un grupo de ciudadanos a la audiencia pública convocada por el representante Carlos Guevara, en la que se analizaron pros y contras de la troncal por la Carrera Séptima.

 


“Me duele la séptima porque soy bogotana, porque es la vía que he caminado toda mi vida, por los patrimonios que se van a llevar”, dijo Anita Perdomo, quien hace parte del Comité de Defensores de la Séptima. 

 


Así como ella, otro grupo de asistentes al Salón Boyacá, de la Cámara de Representantes, participó activamente de la audiencia en la que el congresista del movimiento político Mira puso en entredicho el proyecto impulsado por el alcalde Enrique Peñalosa.  

 


“No estamos de acuerdo con este plan y así lo planteamos desde su momento”, anotó Guevara al recalcar “que se podría pensar en una mejor solución sobre la vía para hacer de ella un corredor más verde y más peatonal”.

 


En contra
Y es que la construcción del Transmilenio sobre la imponente avenida polarizó a la ciudadanía que en un 74 por ciento le ha dicho no a la obra. Aún hay temores y  dudas sobre qué va a pasar con las redes del acueducto, con los vertederos de aguas lluvias, con la compra y el costo de los predios y las afectaciones al comercio, así como la seguridad.

 


Para el representante Guevara la verdadera esencia del plan no ha sido socializada ni discutida y lo más preocupante  es que no hay estudios, por eso le  exigió al mandatario de la capital que de manera transparente los haga públicos y se los presente a los bogotanos.

 


Otro de los temores de la construcción de la troncal por la Carrera Séptima tiene que ver con la afectación a bienes del patrimonio público nacional y distrital. 
Según el representante por Bogotá,  por lo menos 100 bienes se verán intervenidos directa o indirectamente, entre otros, el Museo Nacional, el Museo del Chicó y el Parque Nacional. Por eso insistió “en que no se puede construir un proyecto a retazos que genere fracturas dentro de la ciudad y que, a la larga, en vez de generar revitalización termine generando deprimidos o retrocesos a nivel urbanísticos y económicos”.

 

 

Sin espacio
Para Fernando Rojas, experto en movilidad, persisten las dudas por la estrechez de la vía en distintos tramos de la ruta, uno de ellos entre la calle 32 y la 82. 
“El ancho de la vía no permite construir una troncal como la que hoy conocemos y desafortunadamente la administración no ha sido capaz de explicar qué es lo que quiere hacer ahí, qué mejoras va a traer en la calidad de vida de las personas que viven y se movilizan por la séptima”, apuntó el experto.

 


Y es que el alcalde Peñalosa, defendiendo su proyecto,  ha insistido en que este va a mejorar la movilidad además de revitalizar el corredor vial y enriquecer el espacio público que va de capa caída. Así lo refrendó Mario Sarria, delegado del Transmilenio, quien aseguró que la movilización por la Séptima pasaría de 24 a 32 mil pasajeros, descongestionando en gran número la troncal de la Caracas.

 


La audiencia pública, que resultó bastante concurrida no dejó de escuchar a los ciudadanos y líderes comunales como don Pedro Poveda, que con argumentos sólidos manifestó su inconformismo por las obras. “Esto es como si a París le arrasaran los Campos Elíseos o el Arco del Triunfo, ya tenemos un fracaso con la Caracas y ahora quieren repetirlo con la Séptima”, aseveró.

 


Para doña Elizabeth  Pedroza el proyecto va a afectar la salud de todos los bogotanos por la contaminación de los buses "chimenea" pues asegura que son dañinos y producen afecciones respiratorias. 

 


En cuanto a los costos, advirtió Guevara, que las obras hoy cuestan un billón de pesos más que hace siete años y que aun los estudios no definen la verdadera cuantía del proyecto. “El número infinito de estudios ya supera los 76 mil millones de pesos invertidos y cada alcalde le pone arandelas (…) en ultimas no hay una decisión y voluntad a este proyecto”, recalcó.

 


En el mismo sentido se pronunció la concejala,  Gloria  Estela Díaz, quien señaló que el Transmilenio por la Séptima “no va a dar soluciones como demanda la ciudadanía”. La dirigente política del Mira también alertó sobre los altos costos para adquirir predios ubicados en sectores exclusivos como el Nogal ya que, en promedio, el metro cuadrado está avaluado entre 4 y 8 millones de pesos.

 


Beneficios
Por su parte, la directora del IDU,  Yolanda Oviedo, defendió la troncal ya que esta va a conectar la ciudad de norte a sur desde el 20 de julio hasta la calle 200 en un tiempo récord. “Es un corredor importante para la ciudad, reducirá tiempos de desplazamiento, de contaminación  y mejorara la calidad de vida,  no podemos desaprovechar esta oportunidad para implementarlo”, dijo.

 


Doña Anita Perdomo, una de las líderes más activas, volvió a reclamar a las autoridades distritales que en vez de destruir la carrera Séptima le echen mano a otras alternativas como el tren de cercanías  o se amplíe el tramo de la 170 hasta el Puente del Común, que esta convertido en una verdadera trocha.

 

"El alcalde está demorado en echar reverso (...) que recapacite o si no lo vamos hacer echar para atrás", afirmó, con tono enérgico, la vocera del comité defensor de la emblemática vía.

 

Al término de la audiencia, que se prolongó por más de 5 horas,  el representante Carlos Guevara hizo un llamado al alcalde Peñalosa para que analice y revise la decisión y no se vayan a cometer errores como los de la Tronca de la Caracas.

 


 “La Séptima es un eje estructurador y articulador de gran impacto para la ciudad, no la podemos destruir bajo un proyecto que no cabe, ni con pastillas de chiquitolina”, enfatizó el congresista.
 

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