El Derecho Humano a la Alimentación y la Nutrición Adecuadas ( DHAHA),  son un derecho humano fundamental

En un evento en el salón de la Constitución del Capitolio Nacional, el director ejecutivo de la organización FIAN, Juan Carlos Morales, Representantes de Red PaPaz y organizaciones de la sociedad civil, presentaron sus aportes y recomendaciones al Gobierno Nacional y al Congreso de la República  respecto al Plan Nacional de Desarrollo 2023-2026 Colombia Potencia Mundial de la Vida, para que se garantice durante los próximos cuatro años el Derecho Humano a la Alimentación y Nutrición Adecuadas y la Soberanía Alimentaria.

Para estas organizaciones, el Estado Colombiano debe respetar, proteger y hacer efectivo el derecho humano a la alimentación, por lo tanto, no se debe limitar solo a que las personas “tengan una alimentación adecuada”, sino también avanzar en la protección, generación o recuperación de los medios de vida que las personas, comunidades y pueblos requieren para alcanzar este derecho”.

También expresaron que más allá de reconocer el papel que Colombia puede tener para la alimentación del mundo, el actual Gobierno Nacional debe convertir el país en despensa alimentaria de su propia población, para lograrlo, es fundamental que mire a las regiones más apartadas del país en las Instituciones educativas oficiales y no oficiales.

De igual forma manifestaron que una de las tareas pendientes en las que debe avanzar el actual gobierno es en un diseño técnico de impuesto a las bebidas endulzadas ultraprocesadas más robusto, dado que el país no cuenta con políticas públicas o normas que restrinjan la publicidad, promoción y patrocinio de estos productos, cuyo consumo se asocia con riesgos para la salud, la profundización de las inequidades sociales, problemas ambientales, y la restricción para avanzar en la garantía de la alimentación.

Estas organizaciones civiles seguirán atentas para que en el estudio y aprobación del  Plan Nacional de Desarrollo, se tengan en cuanta las recomendaciones en aras de promover el consumo de alimentos reales y especialmente en el Programa de Alimentación Escolar PAE,  en el que sugieren se haga un cambio estructural, creando una política publica de estado que permita la realización del derecho humano a la alimentación de niños, niñas y adolescentes ya que éste actualmente admite  la entrega de productos comestibles y bebidas  ultraprocesados.