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Presidente Andrés Calle invita a construir el “tratado por la paz y las víctimas”
09 Abril 2024

El presidente de la Cámara, al hablar ante las víctimas en la sesión del Congreso pleno, planteó además la necesidad de que la paz y la justicia sean los pilares de la convivencia.

 

Bogotá, 9 de abril de 2024 (Prensa Cámara de Representantes). Al intervenir este medio día ante la sesión del congreso pleno que se realiza en el marco del día nacional de la memoria y las víctimas de la violencia, el presidente de la Cámara, Andrés Calle, hizo una propuesta al país para trabajar por la paz y por las víctimas.

 

“Llamo a todas las instituciones a construir el gran tratado por la paz y las víctimas entre el pueblo y el estado, donde la paz y la justicia sean los pilares fundamentales de nuestra convivencia. Un pacto que reconozca la diversidad de nuestra nación y celebre nuestra riqueza cultural como fuente de fortaleza y creatividad. Un acuerdo que nos comprometa a construir un país donde cada persona, sin importar su origen o su condición, tenga la oportunidad de florecer y alcanzar su pleno potencial”, planteó.

 

Calle Aguas, destacó además que “en este día de las víctimas, renovemos nuestro compromiso con la paz y la justicia, con la memoria y la esperanza. Que cada lágrima derramada, cada suspiro de dolor, se convierta en un ladrillo en la construcción de un futuro más justo y humano para todos. Que el sacrificio de aquellos que han sufrido no sea en vano, sino un faro que guíe nuestro camino hacia un mañana más luminoso y esperanzador”.

 

Insistió el presidente de la Cámara que “en la lucha por la justicia, no estamos solos. Nos unimos a los millones de colombianos que sueñan con un país mejor, un territorio donde la paz y la igualdad sean más que meras aspiraciones, una Colombia donde cada vida sea valorada y respetada. Juntos, podemos convertir ese sueño en realidad, paso a paso, día a día, con la firme convicción de que un futuro mejor es posible si tenemos el coraje de imaginarlo y la determinación de construirlo.

 

Recordó además en su discurso ante los delegados de las víctimas que estuvieron presentes en el Salón Elíptico que “miramos hacia atrás en la historia, un río tumultuoso marcado por el sufrimiento y la injusticia. Desde los días oscuros de la conquista hasta las sangrientas décadas del conflicto armado, la tierra colombiana ha sido testigo de la tragedia insondable, de vidas segadas y sueños destrozados. Qué a pesar de los esfuerzos institucionales de apaciguar los lamentos, las heridas del pasado siguen sangrando en el presente, recordándonos el costo humano de la ambición desenfrenada y la indiferencia cruel, son también estruendosos aullidos que solo los necios se niegan a escuchar”.

 

Calle sostuvo que “nos enfrentamos a la verdad incómoda de nuestro pasado, un pasado manchado por la violencia, la opresión y la desigualdad. Reconocemos el sufrimiento inmenso de aquellos que han perdido a sus seres queridos, a sus hogares y a sus esperanzas en el abismo de la guerra. Pero también reconocemos su resistencia, su valentía indomable para levantarse y reclamar su derecho a la dignidad y la justicia”.

 

Y recalcó que “tenemos la responsabilidad sagrada de sanar estas heridas, de construir un futuro donde la paz y la prosperidad sean accesibles para todos, aún contra la tropelía de quienes dicen ser los perfectos empleados del estado, pero que enmascaran una secreta connivencia con quienes han victimizado al pueblo, a esos que vociferan ser defensores de la voluntad de los ciudadanos, escondiendo su real empleo de “Ministro Ejecutor” decapitando el sueño de un mejor país. Especialmente a ellos, los colombianos debemos hacerles entender que no se debe blandir el hacha contra los anhelos populares, llamándose al esfuerzo común para construir un país justo y equitativo”.

 

Finalmente señaló que Colombia debe discutir en profundidad asuntos básicos que han generado violencia, como lo es enfrentar el legado del latifundio y la concentración de tierras, que han sido fuente de conflictos y sufrimiento durante todos estos tiempo. “Por eso cualquier intento de terminar el conflicto debe tener su génesis en una reforma agraria radical, que redistribuya la tierra de manera justa y equitativa, garantizando el derecho fundamental de cada colombiano a un pedazo de tierra que puedan llamar su hogar”, recalcó.

 

 

Fuente: Oficina de Información y Prensa Cámara de Representantes

 

 

 

 

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