Pasar al contenido principal
Aprobado en segundo debate proyecto que fomenta la reforestación no comercial
13 Diciembre 2017
Foto: JuanK Díaz

 

Fuente: Oficina de Información y Prensa Cámara de Representantes.

 

La plenaria de la Cámara aprobó en segundo debate el proyecto de ley, de autoría del representante Rodrigo Lara, que tiene por objeto crear medidas que promuevan la reforestación no comercial en el país.


La iniciativa busca que todo propietario de predios rurales de uso agropecuario, cuyas pendientes estén entre el 25% y el 50%, tenga que destinar por lo menos el 5% a reforestar con especies nativas, siempre que su extensión sea mayor a una Unidad Agrícola Familiar (UAF).
Igualmente, la norma establece que todo propietario de predios rurales de uso pecuario, cuya extensión sea mayor a 50 hectáreas, tendrá que destinar por lo menos el diez por ciento del predio a reforestar con especies nativas.


En el evento en que el propietario del predio rural cuente con pequeñas áreas de bosques fragmentados o aislados que cubran el porcentaje exigido, no estará obligado a realizar nuevas reforestaciones; en caso contrario, deberá reforestar hasta completar el porcentaje exigido y conservar el mismo.


Para las fincas, se establece la obligación de que aquellas que cuenten con fuentes de aguas naturales de flujo continuo o irregular, deberán proteger la servidumbre mediante la conservación del bosque de galería, o mediante un plan de arborización con especies nativas.  

 

Para Rodrigo Lara, “la aprobación de esta iniciativa permitirá al país recuperar parte de los recursos deforestados en los últimos 20 años, puesto que logrará que más de tres millones de hectáreas entren a hacer parte de los ecosistemas de reforestación”.

 

Lara explicó que la minería a cielo abierto, los cultivos ilícitos, la tala indiscriminada y el cambio en la vocación del suelo están causando que en Colombia se deforesten alrededor de 140.000 hectáreas al año, área equivalente a la que ocupa Bogotá.

 

“Los bosques generan gran cantidad de efectos positivos como la mitigación de fenómenos climáticos adversos, el mantenimiento del ciclo del agua y la captura del carbono, entre otros. La deforestación no solo niega estos efectos favorables, sino que resulta especialmente nociva cuando se da en laderas de las cordilleras al aumentar la erosión y la sedimentación en cuencas y ríos. Las consecuencias adversas de la deforestación no se agotan en deterioro ambiental e hidrológico, sino que se extienden a lo social y económico”, concluyó.

 

Opciones de
accesibilidad
Tamaño de texto